La Cima del Curotiña fue declarada Sitio Natural de Interés Nacional en el año 1993. Recibe el nombre de Cima del Curotiña pero en realidad son dos picos: Curotiña (386 m) y Curota (498 m). No son los más altos miradores de la sierra del Barbanza, pero sí desde los que mejores vistas se obtienen sobre la ría (parece casi una vista aérea). Se puede observar a los pies de la montaña como transcrurre la vida en la población marinera de A Pobra do Caramiñal, con sus puertos llenos de gente, sus barcos en el mar y bateas por doquier.
El mirador del Curotiña recibe además, el nombre de “Mirador de Valle Inclán” ya que tiene un monolito dedicado al autor, que acompaña un pequeño merendero para descansar un rato (sobretodo si la subida se realiza a pie).
Saliendo del centro del pueblo, en el cruce de los semáforos, cogemos la carretera que sube. En la primera curva, se separan las carreteras y ya localizamos el indicador que señala hacia los miradores. Seguimos por esa carretera (izquierda) y avanzamos un buen trecho antes de dejar a mano izquierda el Polígono Industrial. Seguimos ascendiendo y pasamos de largo por una de las entradas de la Vía Rápida en Pobra hasta que llegamos a un cruce. Allí encontramos un crucero de tipo 'capeliña' de la Virgen de Moldes. También allí tendremos una indicación sobre qué camino tomar. Iremos siempre ascendiendo hasta ver primero el mirador de Valle-Inclán (identificado por la figura que lo preside) y posteriormente a un pico de piedra elevado, en el que destaca una antena de telecomunicaciones al cual hay que acceder mediante unas 'escaleras' de piedra muy gastadas por el tiempo, denominado Mirador de la Curota.
Durante el camino podremos observar numerosos caballos y vacas paciendo en libertad.
Las montañas tienen un gran interés paisajístico y ecológico y la paz que transmiten sigue atrayendo a los amantes de la naturaleza.
Se mantienen en un aceptable estado de conservación, sin embargo los daños causados por el hombre no han sido pocos